15 enero 2010

OTRO ADIOS

Y después de todo me marcho. El sonido de la puerta cerrándose tras de mi da paso a un silencio incómodo que no se como callar. Y un vacío en mi cabeza que no se como llenar. Quisiera gritarle al tiempo que retroceda diez minutos, sólo diez minutos. Y que en ese instante se detenga. Y no puedo gritar, no puedo ni siquiera hablar. Ahora no me salen las palabras. Te las has quedado todas aunque no las hayas oído salir de mi boca.


También te quedas mis ganas, mi pasión y mi locura. Mi esencia. Y aunque suene extraño, la poca cordura que me quedaba, la que me hacía mantener los pies pegados al suelo y no flotar en este sueño estúpido que yo he creado. Y ahora me siento desnuda ante el mundo porque me has dejado sin nada. No se como enfrentarme a el. Ni como enfrentarme a ti. En la oscuridad me sentía mas segura. Pero estoy a la luz del sol y no veo dónde esconderme, y lo necesito, pues ya no tengo donde ocultar lo que siento. Y se perderá mi esencia, tu la soltarás con todo lo que conlleva y a mi no me dará tiempo a recogerla y se perderá en el viento. Por favor no me mires ahora, quédate tras la puerta, no la vuelvas a abrir en un tiempo. Ya calla, no hables, no sabría que contestarte. Déjame perderme y no me busques, que el que busca encuentra, y no será precisamente lo que quieres hallar el resultado de tu búsqueda. Mantente en tu sitio y permíteme mantenerme en el mío. Ya nos veremos. Cuídate.

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