3 DÍAS PARA MAS DE 8 AÑOS

Se necesitan sólo 3 días para darse cuenta de que has perdido 8 años de tu vida dándole vueltas a lo que ya tienes. Porque a veces nos quedamos esperando más de la cuenta. Porque a veces pedimos demasiado.
Más de ocho años enamorada de lo más dulce de esta vida y pidiendo lo mismo cuando lo he tenido siempre e incluso más y yo sin entenderlo.
Siempre ha estado ahí, aunque yo no lo viera, y hasta ahora he sido tan idiota que no lo he comprendido.
Puestos a querer amar, vamos a hacerlo bien. Eres lo más grande que me ha pasado y me va a pasar nunca, y ya he entendido todo.
Seamos conscientes de lo que tenemos. Nos tenemos. Eso ya es suficiente. Eso a pesar de nuestras imperfecciones es perfecto. Perfecto!!!

SIN DORMIR

La hora que es y sin poder pegar ojo. Digo que no me afecta, que todo está bien, pero miento como una bellaca.
Me duelen tantas cosas todos los días, tantos desplantes... Y siempre digo que no pasa nada, que ya la devolveré, pero no puedo hacerlo, no me sale pagar con la misma moneda.
Jolines que cacao tengo en la cabeza pensando que hacer para no sentirme tan mal día sí y día también. Y mientras tanto me estoy convirtiendo en una maniática obsesiva de la limpieza y el trabajo. Doce horas trabajando sin parar y el resto del tiempo limpiando hasta la saciedad para ocupar el tiempo y arrojar toda la rabia contenida contra el suelo frotándolo con la fregona.
Necesito mi vida, no la de los demás, necesito mi espacio y no el de los demás, necesito poder llegar un día a casa y poder hacer lo que me de la real gana sin estar pendiente de lo que pase a mi alrededor.
En serio tan poco soy en esta vida para que nadie repare en qué me pasa a mi... Y no a mi con... Sólo a mi...
Las fuerzas se me están acabando, la cordura también, y el ánimo y la ilusión flaquean que da gusto.
Advierto de que no se cuánto me queda para reventar, pero intuyo que muy poco.
Cada segundo menos, y cuando pete... No os echéis las manos a la cabeza porque os llevo pidiendo ayuda mucho tiempo y no lo queréis ver.
Buenas noches.

IDIOMÁTICO

Supongo que otra vez será, pero al menos la oportunidad se me presentó y contaron conmigo. Me siento bien a pesar de todo. Se que mi esfuerzo y mi constancia algún día darán sus frutos. Llevo trabajando desde los quince años, he hecho de todo dentro de lo legal y aún seguiría dispuesta a desempeñar cualquier puesto de trabajo si fuera necesario, y en los tiempos que corren puedo decir que me he permitido el lujo de dejar un trabajo para coger otro mejor, así que ni tan mal.

El problema se que han sido los idiomas, pero no me voy a rendir, estoy a tiempo de seguir aprendiendo y mejorando. Un poco mas de constancia, un poco menos de vergüenza y las cosas saldrán.

Sonrisa en mi cara siempre, eso que no se me olvide, yo puedo, se que puedo.

DECISIONES

No pienso sacrificar ni una hora más de mi vida por nadie. Ni uno solo de mis minutos.
Cuando me venga bien, cuando no me conlleve nada, cuando no cambie nada de mi vida ni afecte a lo más mínimo de mis actos, entonces será cuando piense en los demás.
Quizá os suene egoísta, puede que para vosotros lo sea, para mi directamente es sensatez tras decepción, tras decepción, tras decepción, tras decepción........
Tras haber sacrificado horas de sueño, conseguir dos euros donde no los había, sacar sonrisas cuando no las siento, relacionarme con gente que no me apetece, tragarme películas que son soporíferas, hacerme kilómetros y kilómetros para llegar al culo del mundo por alguien, y después de otras tantas y tantas cosas más, la que se queda vendida, jodida y desilusionada soy yo. Y ya lo dije hace poco, la desilusión es mala pécora, y a mi últimamente me acompaña demasiado para seguir.
La desilusión no llega si antes no te ilusionas. No esperéis mucho más de mi.

DESTINOS PENDIENTES

Aquel día me dijeron que desde Villanúa las estrellas se veían más brillantes, por adolescencia o ceguera del pavo no me fijé precisamente en ese brillo estelar.
Otro día me dijeron que la nit del foc en Enguera era mágica y especial, me quedé con otro calor en el cuerpo que no venía de ninguna llama.
Desde Pitsburg por lo visto es fantástico recorrer las carreteras entre canales y llegar a San Francisco en el día disfrutando de aire de costa, en qudl momento me conformé con recorrer varias veces el camino de la renfe a casa.
En Cannes no todas las noches son de cine, son más bien marineras, y yo sin embargo me sentí como una celebritie en un parque de una ciudad de interior.

Cuántos destinos posibles, cuántos puertos como diría la canción y ninguno pisé. Y un día como hoy me acuerdo de todos y cada uno de ellos porque buscaba un verde brillo que me llenara de vida, y creí que estaría más lejos... Ilusa... A 31 km exactamente está mi brillo, y todos esos destinos pendientes. Quizá algún día pueda brillar con el en alguno de esos lugares, y si no, irradiaré felicidad a la vuelta de la esquina, pero con la certeza de que no he de buscar más.

DISAPPOINTMENT

La desilusión es muy mala. Y además traicionera. Cuando crees que ya te has olvidado de ella, la muy desgraciada aparece. Y es difícil convivir con ella.
Porque tu puedes hacer las cosas bien, y ponerle empeño, y ser el mejor en todo lo que piensas, haces y dices, y que encima todo te salga a pedir de boca y sea la mejor época de tu vida porque todo sucede como quieres y te mereces, pero...¿y si no tienes ilusión por lo que haces? ¿sirve de algo que todo sea tan maravilloso?

Te preguntas cada día el porqué de tu tristeza, de que transcurran los días sin pena ni gloria aunque te feliciten por tu trabajo, te quieran mucho, tengas la cuenta en superávit, hayas adelgazado cinco kilos y descanses ocho horas de sueño diarias.
Y es que en ocasiones, parece que se tiene todo, que no se necesita mas de lo que ya hay, pero en el interior de cada uno falta esa chispita que nos haga despertar cada mañana con una sonrisa y hacernos creer que nos vamos a comer el mundo.
¿Dónde se encuentra esa chispa? ¿Qué hay que mirar o apreciar para poder tenerla? ¿Cómo saber qué falta para poder recuperar la carcajada diaria?

Y así un día mas, como la piruleta que se le cae al niño en el parque y la pisa algún transeúnte despistado, preocupándose de tener una suela de zapato pringosa, y sin tener en cuenta que con cada trozo de caramelo desprendido se desprende una lágrima, de un mocoso goloso.