24 febrero 2010

NADA

Tras haberme llevado alguna desilusión que otra a lo largo de estos últimos meses y empezar a darme cuenta de lo que realmente debe estar en mis días y de lo que he tenido y tengo que sacar de ellos para que no parezcan rutinarios, llegan días como hoy, en el que a pesar de no haber parado en toda la jornada de realizar tareas y apenas haber tenido unos minutos para mi, tengo la sensación de haber tenido un día totalmente vacío.
Un día en el que no hay nada que mencionar en positivo, mas bien todo lo que tengo que mencionar son esas cosas que hoy no han ocurrido.
Tal vez tengan que transcurrir este tipo de horas en la vida de cada uno para valorar lo que realmente importa cuando ocurre, pero no dejan de ser días insulsos, carentes de esa pequeña chispa que hace que te duermas diciendo "hoy ha sido un gran día".

Así brindemos por los días en los que no pasa nada con la copa a media altura para que en los que suceda lo que queremos y deseamos podamos diferenciarlos haciendo "chin chin" con las copas muy arriba y esa sonrisa de oreja a oreja, ausente esta noche a la hora de acostarme.

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