06 mayo 2013

SIN EXPRESIONES

Me cuesta decir hoy lo que pasa por mi cabeza. Es tanta la felicidad y tanto el miedo que no sabría por donde empezar, y mucho menos por donde acabar. Quizá porque no quiero que termine. Tal vez porque las ganas de amar que tengo son como un pura sangre desbocado que no hay manera de ponerle riendas.
Porque me quedo sin palabras si siento que me quiere, al igual que desaparecen si noto que no lo hace.
Sentir un vacío inmenso a mi alrededor y en mi interior si creo que se aleja, y que me falten manos, y brazos, y piernas y labios para abrazarle y besarle cuando me dice que me quiere.
¿Cómo hacerle ver a alguien que estás ahí para él? Qué no importa las veces que haya tormenta, que siempre buscaré su cobijo. Que aunque una vez rompí su calma, la intranquilidad me la quedé yo y lucho cada día porque ahora la mantenga.
Extremadamente complicado explicar con palabras lo que llevo dentro de mí, lo que me hace levantarme cada día sin aparentar locura, lo que me hace superarme cada día y ser mejor para complementar todo lo que el quiera tener y que nunca le falte nada.

Divagando en la oscuridad con la claridad que emiten mis ojos solo por quererle... Y es que creo que me faltará vida para poderselo demostrar.

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