15 julio 2013

SIN DORMIR

La hora que es y sin poder pegar ojo. Digo que no me afecta, que todo está bien, pero miento como una bellaca.
Me duelen tantas cosas todos los días, tantos desplantes... Y siempre digo que no pasa nada, que ya la devolveré, pero no puedo hacerlo, no me sale pagar con la misma moneda.
Jolines que cacao tengo en la cabeza pensando que hacer para no sentirme tan mal día sí y día también. Y mientras tanto me estoy convirtiendo en una maniática obsesiva de la limpieza y el trabajo. Doce horas trabajando sin parar y el resto del tiempo limpiando hasta la saciedad para ocupar el tiempo y arrojar toda la rabia contenida contra el suelo frotándolo con la fregona.
Necesito mi vida, no la de los demás, necesito mi espacio y no el de los demás, necesito poder llegar un día a casa y poder hacer lo que me de la real gana sin estar pendiente de lo que pase a mi alrededor.
En serio tan poco soy en esta vida para que nadie repare en qué me pasa a mi... Y no a mi con... Sólo a mi...
Las fuerzas se me están acabando, la cordura también, y el ánimo y la ilusión flaquean que da gusto.
Advierto de que no se cuánto me queda para reventar, pero intuyo que muy poco.
Cada segundo menos, y cuando pete... No os echéis las manos a la cabeza porque os llevo pidiendo ayuda mucho tiempo y no lo queréis ver.
Buenas noches.

No hay comentarios: