15 junio 2013

A LA ESPALDA

Lo bueno de echarse todo a la espalda es que ensancha. Acarreo con lo mío y con lo de los demás. Y trago, y cargo. Palo a palo voy sumando peso a mis hombros, lo echo detrás, para llevarlo, que no se me olvide, pero a la vez para no tenerlo de frente, hay otras cosas que mirar por delante, y disfrutarlas. Me siento tonta a veces, puesto que creo que a veces doy más de lo que recibo, y por lo tanto el volumen de la carga crece cada vez más.
Creo que he decidido soltar lastre, caminaré más ligera, pero eso sí, tened en cuenta que mi lomo es grande, y libre de carga lo que me echéis encima ya no se notará tanto, y tendré suficiente fuerza está vez para todo, incluso para daos la espalda si me hacéis daño, y seguro que lo notareis.

No hay comentarios: