10 abril 2012

¿QUÉ QUIERES QUE TE DIGA?

En algún momento, que no recuerdo muy bien, llegué a soñar con que la felicidad plena en mi vida sería simplemente poner una lavadora y que tu ropa se mezclara con la mía.
Poder recoger tu taza del desayuno por las mañanas y dejarla en una pila con los platos sin fregar de la cena de la noche anterior.
Escuchar la puerta de una casa que fuera nuestra, y ayudarte con las bolsas de la compra al verte entrar cargado con ellas.
Que me despertaras en la madrugada porque me hubiera quedado dormida en tu hombro mientras veíamos la película que con tanta insistencia te hice alquilar.
Que en algún momento, pudiéramos estar tres en un baño, formáramos una familia, tu fueras el padre, yo la madre y en la bañera tuviéramos a un pequeño o pequeña con el que compartiéramos juegos.
Con algo mas de tiempo, ver como ese pequeño nos hiciera felices con otros mas pequeños y pasear por un parque con ellos y que nos dijeran "abuelos"
Y ver blanquear tus cabellos, o tu cabeza despejada, y mientras se arrugara mi piel disfrutar de nuestra vejez hasta el final de nuestros días.

Pero...¿qué quieres que te diga?

También en algún momento, que tampoco consigo recordar con claridad, noté que tus gustos, siempre eran de mejor calidad que los míos.
Que tu supuesta objetividad, era eso, supuesta, y que por ende nunca podía tener yo razón.
Tus planes superaban de largo los míos y siempre quedaban por debajo.
Tus prioridades no eran las mismas que las mías y siempre quedaban relegadas a un puesto, o a varios, por debajo de tus ideas.
Que tus errores se podían solventar con palabras, pero los míos por mucho que los enmendara siempre pesaban y arrastraban una falta de confianza que no sabía como evitar.

Tu siempre fuiste lo más.

Y sin embargo, en estos momentos, y todos los días hasta hoy, puedo recordar perfectamente todos estos pros y contras, y depende del día, al ponerlos en la balanza imaginaria de la eterna oportunidad, a veces pesa mas de un lado y otras, se inclina hacia el contrario.

Y con mas ganas que nunca, escucho a "La Casa Azul" para saber realmente quién soy yo y que no te gusta de mi.

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